Domésticas quieren profesión
reconocida
Rogéria Araujo
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Adital - Patagonia Ciber Fem. Organizaciones y asociaciones
feministas entregaron, ayer, 18 de julio, a la Presidencia de la República y al
Congreso Nacional el Manifiesto por los Derechos de las Trabajadoras Domésticas.
La idea, de acuerdo con la Articulación de Mujeres Brasileras (AMB), es que
tanto el Poder Ejecutivo, como el Legislativo se sensibilicen y permitan el
reconocimiento de la profesión. En Brasil, actualmente, existen cerca de 6
millones de trabajadoras domésticas. De ese total, sólo el 25% posee libreta de
trabajo firmada por el empleador.
De acuerdo con la
AMB, es necesario que el Legislativo acelere proyectos que ya están en trámite y
que, de alguna forma, contribuyen al reconocimiento digno de la categoría. Por
otro lado, el Ejecutivo también puede reconocer esos derechos laborales, a
través de un proyecto específico. Paula de Andrade, integrante de la
Articulación, cita a la Comisión Especial sobre Trabajo y Empleo Doméstico en la
Cámara Federal y la Medida Provisoria 284, que establece mejoras para las
profesionales domésticas.
"La forma en que se
ejerce hoy el trabajo doméstico remite a un período de servidumbre. Se trata de
un problema emblemático que involucra no sólo la cuestión racial, sino también
las diferencias de género", afirmó.
La presidente de la
Federación Nacional de Trabajadoras Domésticas, Ione Santana, afirma que ya es
hora de que la falta de respeto de la categoría doméstica tenga un final. Agrega
que toda esta movilización está basada en derechos, que, hace mucho tiempo,
fueron conquistados por los trabajadores en general, pero que todavía se
mantiene en exclusión a las domésticas.
"No admitimos que,
en los tiempos que corren, todavía no tengamos los derechos básicos de todo
trabajador, como horas extras, salario fijo, vivienda, ayuda de alimentación y,
fundamentalmente, el Fondo de Garantía sobre Tiempo de Servicio (FGTS)",
destacó.
El manifiesto
reunió firmas de apoyo de entidades, asociaciones, instituciones, ciudadanos y
ciudadanas que se sensibilizaron con el tema. El documento pide que el trabajo
doméstico sea reconocido como parte de las relaciones del mundo del trabajo. Y
resalta que es deber del poder público reparar la exclusión de alrededor de 6
millones de mujeres, en su mayoría negras, del ejercicio de la ciudadanía, bajo
pena de herir gravemente la ética de la política, cuyo fin debe ser la promoción
de la justicia y de la igualdad.
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