Mendoza, la mujer que inició la causa del saneamiento
Lunes 11 de setiembre de 2006
Contaminación en el Riachuelo: padecen enfermedades
y piden soluciones
Mendoza, la mujer que inició
la causa del saneamiento
Está encargada de
censar a los afectados
La Nación/Patagonia
Ciber Fem
Beatriz Mendoza sigue padeciendo las secuelas
de la contaminación, pero ahora, aunque con algo de desconfianza, se permite un
poco de optimismo. Ella y un grupo de vecinos de Avellaneda y de la Capital son
los que presentaron la demanda que llevó a la Corte Suprema de Justicia a
intimar a los gobiernos nacional, bonaerense y porteño para que presentaran un
plan de saneamiento del Riachuelo.
"Me encanta la idea de que el tema
esté en la agenda política", dijo Mendoza a LA NACION, al hacer una pausa en su
trabajo diario en la sala de atención médica en la Villa Inflamable, en el Polo
Petroquímico de Dock Sud.
Mendoza comenzó la semana pasada con un
trabajo que el Estado debería haber realizado hace tiempo: un banco de datos que
registre todos los casos de contaminación de las miles de familias que viven en
la villa instalada hace décadas en el corazón del polo.
Esta psicóloga
social trabaja para la Municipalidad de Avellaneda. "Me pidieron que hiciera
esta tarea porque saben que le voy a poner pilas. Queda claro que no es en busca
de un beneficio personal porque la decisión de la Corte determinó que no habrá
compensación económica", contó Mendoza. Ahora, encabeza el grupo
interdisciplinario que acompañará a las primeras 280 familias que deben dejar el
Polo Petroquímico y mudarse a un predio, lindero con la autopista Buenos
Aires-La Plata, impulsado por el municipio bonaerense.
"Estoy
recorriendo casa por casa. Recién empezamos. Hay algunos chicos a los que
tenemos detectados que están contaminados con plomo, pero los estudios que
arrojaron esos resultados son viejos. Necesitamos nuevas mediciones", explicó.
En 2003, un informe de la Agencia de Cooperación Japonesa en la
Argentina determinó que más de la mitad de los 200 chicos analizados tenían
altos valores de plomo en la sangre.
"Esos chicos, que tenían siete años
en ese momento, hoy tienen 17. Tenemos que focalizarnos en la franja que va de
los recién nacidos hasta los dos años", opinó Mendoza.
La mujer recorre
las casillas de la Villa Inflamable con una encuesta que completa cada familia
que diariamente soporta el ácido olor de los hidrocarburos que se transportan y
se almacenan en Dock Sud. Y ella conoce bien los síntomas de la contaminación:
calambres que derivan en falta de sensibilidad. "Si me corto un dedo cuando
estoy cocinando, me doy cuenta sólo cuando veo la sangre", contó.
Los
análisis de rutina no mostraban nada extraño, pero cuando le hicieron estudios
sobre los niveles de tolueno en sangre (aditivo aromático cancerígeno), los
resultados sextuplicaban los límites tolerables en la orina. El diagnóstico:
polineuritis en bota.
Los que padecen
Ahora recorre las
precarias casillas. A pocas cuadras de la salita de primeros auxilios viven
Daniel Esmite y su mujer, Mirta. Tienen cuatro hijos, uno de ellos con altos
niveles de plomo.
"Yo me quiero ir de acá cuanto antes. Tratamos de no
tener contacto con el agua; incluso compramos bidones para el líquido que
tomamos. Cuando no tenemos plata para comprarlos, la hervimos", dijo Esmite. En
el fondo de su casa se puede ver una laguna hedionda, llena de basura, que
desborda cada vez que llueve. "Yo igual pongo veneno para ratas y trato de
mantener [el lugar] para que mis hijos no se contaminen más", explicó el vecino.
Un problema similar tiene Salvador Amara, que nació en el Polo
Petroquímico. "Acá hay contaminación, pero recién ahora se está sintiendo. Si me
compran mi casa, me voy con mi mujer a Concepción del Uruguay. Esto no tiene
solución", dijo.
Respecto del plan que presentó el gobierno ante la
Corte, están un poco escépticos. Aunque ven que hay más movimientos,
especialmente desde la municipalidad, sus oídos están adormecidos de escuchar
promesas vanas.
Del mismo modo se siente Mendoza, que renquea al caminar
por esas ulceraciones que se le producen en la piel y no siente hasta que el
nervio se entera. "No sé si va a servir para algo, pero algún día hay que
empezar."
Según los anuncios, las primeras empresas en trasladarse
serían 11 químicas que hoy almacenan las sustancias en enormes depósitos. Si
bien se firmó un acuerdo por el que tienen cinco años para trasladarse, poco se
precisó sobre su destino en la audiencia ante la Corte.
Por Laura Rocha De la Redacción de LA NACION
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Publicado por La Nación/Patagonia Ciber Fem el 11 de Septiembre, 2006, 17:36
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Etiquetas: MUJER, mendoza, nación, Polo Petroquímico, Dock Sud, Municipalidad de Avellaneda.
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