Migración por regiones: América Latina
y el Caribe
Estado de la Población
Mundial 2006/UNFPA/Patagonia Ciber Fem
Tendencias
Hasta 2005, habían emigrado de la
región de América Latina y el Caribe unos 25 millones de personas, que
representan un 4% del total de la población. Los migrantes procedentes de esta
región constituían el 13% de la corriente mundial de migrantes,
.
En algunas partes del Caribe, una de
cada cinco personas se ha marchado de su país de origen.
Para la mayoría de los emigrantes de
América Latina y el Caribe, el lugar de destino preferido es los Estados Unidos
(véanse los diagramas más adelante). Más de la mitad de todos los inmigrantes
residentes en los Estados Unidos – unos 18 millones de personas – proceden de
esta región.
Una menor cantidad de personas – unos
6,5 millones – migraron hacia países de la región de América Latina y el Caribe.
En 2005, esos inmigrantes representaban 1,2% de la población de la región.
Dentro de la región, los migrantes se concentran en algunos países. Por ejemplo,
constituyen más del 10% de la población en varios países del Caribe (Belice,
Costa Rica y Guyana Francesa).
La migración dentro de la región tiene
poca magnitud en comparación con las corrientes de emigración a otras regiones,
especialmente hacia América del Norte. Dentro de la misma región, los
principales países de destino son la Argentina, Costa Rica y la República
Bolivariana de Venezuela. Está aumentando dentro de la región la migración de
mano de obra calificada. Va cada vez más en aumento la cantidad de mujeres que
migran en la región; y una gran proporción (27%) de los migrantes dentro de la
región trabajan en el servicio doméstico.
Desde el decenio de 1990, la demanda de
trabajadores calificados y el surgimiento de comunidades de la diáspora han
estimulado crecientes corrientes de migrantes latinoamericanos hacia Europa
(especialmente España), el Japón y el Canadá.
Remesas
La región se beneficia al recibir
grandes corrientes de remesas – casi 45.000 millones de dólares en 2005 –, monto
superior tanto a la inversión extranjera directa como a la asistencia oficial
para el desarrollo, y que representó el 30% del total de las remesas mundiales
en ese año.
Esas corrientes de recursos han ido en
continuo aumento, particularmente desde 2000, y en 2004 acusaron la mayor tasa
de crecimiento entre todas las regiones. En 2002, ayudaron a elevar por sobre el
límite de pobreza a 2,5 millones de personas residentes en América Latina y el
Caribe.
Éxodo de profesionales
Los investigadores observan que los
países más pequeños y menos desarrollados, como los del Caribe, son los que más
probablemente padecerán los efectos del éxodo de profesionales. En 2000, más del
70% de las personas con educación superior oriundas de Guyana, Haití, Jamaica, y
Trinidad y Tobago, estaban viviendo en países miembros de la OCDE. Mientras
tanto, sus países de origen experimentaban escasez de trabajadores calificados
en algunas especialidades. En 2003, por ejemplo, en Jamaica y en Trinidad y
Tabago se registraron vacantes en puestos de enfermeras de 58% y 53%,
respectivamente.
Migración irregular
Entre 1990 y 2002, más de 3.000
personas, en su mayoría ciudadanos mexicanos, han muerto o desaparecido a lo
largo de la frontera entre México y los Estados Unidos.
La migración no autorizada no ha
disminuido, sino que meramente se ha desviado hacia nuevos lugares de cruce;
este "efecto de distracción" ha conducido a que se utilicen rutas más
peligrosas.
Entre 1999 y 2002, la proporción entre
muertes y arrestos por las patrullas fronterizas estadounidenses aumentó desde
15 por 100.000 hasta 35 por 100.000. En España, esa proporción, la más alta de
Europa, era en 2000 de 3 muertes por cada 100.000 arrestos.
Feminización de la migración:
cantidades y tendencias
Las mujeres de la región tienen gran
movilidad y constituyen más de la mitad de todos los migrantes. Sus lugares de
destino son: Europa, América del Norte y otros países de América del
Sur.
La tendencia a la feminización es
notablemente perceptible entre los migrantes que van desde Centroamérica y
América del Sur hacia España, donde hay una demanda sin precedentes de mano de
obra inmigrante en ámbitos tradicionalmente reservados a las mujeres, como las
tareas domésticas y el cuidado de los ancianos.
Trabajadoras migrantes
domésticas
Las trabajadoras domésticas representan
hasta un 60% de todos los migrantes internos e internacionales procedentes de
América Latina; muchas de ellas se dirigen a Europa y América del
Norte.
Las mujeres procedentes de los países
más pobres (Bolivia, el Paraguay y el Perú) suelen ir a trabajar en los hogares
de familias que viven en países vecinos de mayor nivel económico, como la
Argentina y Chile. En los principales países de destino de la región, la mayoría
de esas trabajadoras migrantes domésticas son madres, muchas de las cuales han
migrado solas. Dejar atrás a sus hijos era parte de la estrategia familiar para
asegurar la supervivencia económica.
Trata de migrantes
Según datos del Departamento de Estado
de los Estados Unidos, cada año hay 100.000 personas que salen de América Latina
y el Caribe y son objeto de trata. Según se estima, hay hasta unas 70.000
brasileñas, en su mayoría mujeres víctimas de trata, que trabajan en la
industria del sexo en otros países de América Latina y en lugares tan distantes
como España y el Japón.
El hecho de que el turismo sexual vaya
en aumento en la región indica que lo probable es que aumente la trata en esas
zonas. Ya está atrapando a muchas niñas y mujeres jóvenes: en 2002, se comprobó
que en prostíbulos de Guatemala había más de 2.000 niñas, en su mayoría
migrantes de otros países de Centroamérica. Según estimaciones de Interpol, cada
año hay unas 35.000 mujeres que salen de Colombia como víctimas de la
trata.
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