Equilibrio de género
Permite sacar conclusiones para determinar un plan de acción que logre la igualdad efectiva en la empresa
18-02-2008 - Existe cierto desequilibrio en cuanto
a la diversidad de género en el mercado laboral español. Según la
Encuesta de Población Activa del tercer trimestre de 2007, la tasa de
actividad masculina supera el 69%, pero la femenina no llega al 49%.
Además, el índice de desempleo masculino es de un 6,1%, mientras que el
femenino es casi del 10,5%.
Es también significativa la escasa presencia femenina en los consejos
de administración de las empresas, que tres cuartas partes del
colectivo de directivos (74%) lo formen hombres, y que la proporción
sea aún más desequilibrada en los comités de dirección, donde sólo hay
15 mujeres por cada 85 hombres.
Por otra parte, el pasado 23 de marzo se publicó en el BOE la Ley
Orgánica 3/2007 para la igualdad efectiva de hombres y mujeres. Esta
ley, que ya ha cumplido su primer medio año de vida y que modificó nada
menos que veintitantos artículos del Estatuto de los Trabajadores y una
treintena de leyes, pretendía prevenir las conductas discriminatorias
para hacer realidad el principio de igualdad que avala la Constitución.
Se trata de una ley transversal, con un campo de actuación que se
extiende a todas las que se promulguen en el futuro, así como a la
actuación de la función pública, y a otros aspectos relacionados, con
lo que su impacto trasciende lo estrictamente laboral.
Pero una cosa son las leyes que se promulgan y otra muy distinta la
realidad. Con el fin de solventar estas diferencias, las empresas
empiezan a someterse a las denominadas auditorías de igualdad. La
auditoría de igualdad es el conjunto de actividades que a partir de un
análisis de distintos aspectos que afectan a la fuerza laboral de la
empresa (y diferencias por género) -por ejemplo: distribución de la
población, tipos de contratos, edad, salarios tras las promociones,
relación entre incrementos y evaluación del desempeño entre otros-
permite sacar conclusiones sobre las áreas de riesgo para la empresa y
determinar un plan de acción para lograr la igualdad efectiva.
A pesar de que cada sector y cada compañía tiene peculiaridades propias
del negocio, pueden establecerse aspectos comunes para todos que
permiten detectar potenciales áreas de riesgo, y que ayudan a
diagnosticar los problemas que existen en el ámbito de la igualdad.
Tras la primera fase de análisis, consistente en comparativas por sexo
entre el número total de empleados, los ascensos y salarios, en la
progresión profesional de carreras, en la formación, etcétera... se
determinan cuáles son las principales áreas de mejora y se proponen
soluciones adaptadas a los problemas detectados. Las medidas a tomar
suelen requerir una revisión de la política de incrementos, ajustes de
bandas salariales, reconocimientos profesionales, diseño de sistemas de
incentivos y de evaluación del desempeño, así como políticas de
conciliación y flexibilidad en el empleo. Los procesos de gestión y
retención del talento también deben ser analizados desde la perspectiva
de la gestión de la diversidad, si se desea que éstos sean efectivos.
¿Por qué llevar a cabo una auditoría de igualdad? El principal motivo
de su utilización es determinar los problemas que la empresa debe
afrontar para lograr una igualdad efectiva, así como proponer un plan
de acción óptimo, ya que como hemos dicho no sólo existe la presión
legal, sino que además hay que tener en cuenta los aspectos
reputacionales y los costes económicos y legales a los que las empresas
se enfrentarían en caso de no ponerse al día en materia de igualdad.
Sin duda, estas auditorías se presentan como una oportunidad para las
empresas a la hora de mejorar su reputación o imagen de cara a los
inversores y empleados.
Aproximadamente, la mitad del capital intelectual de la sociedad lo
forman mujeres (51%), por lo que las empresas no pueden permitirse
desaprovechar la oportunidad que esto supone para garantizar
competitividad en el mercado.
María Luisa García es consultora de Towers Perrin Human Services. El Pais
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